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En 1916, un voraz incendio redujo a escombros y cenizas el Palacio Municipal,
que recientemente se había construido en la misma extensión y lugar del
actual, el cual tenía dos plantas, la primera de adobe y la segunda de madera,
techos de teja y arcadas estilo español con garitones de calicanto en sus
extremos Oriente y Poniente frente de la Plaza Pública, hoy Alameda Central
“Raúl Francisco Munguía”. En este edificio de belleza arquitectónica construido
por el Arquitecto Félix Aguirre, se alojaba la Comandancia Departamental y sus
dependencias militares, cárceles públicas, Juzgados, Gobernación
Departamental, Alcaldía Municipal y otras Oficinas Administrativas
Se dice que la conmoción del siniestro fue general y que el Gobierno de la
República estuvo presto a dictar las providencias necesarias para reconstruir el
Palacio y fue así que por Decreto Legislativo de mayo 28 de 1916, estableció
en su favor; el sobre impuesto de un centavo por cada litro de aguardiente que
sé desalmacenara de los depósitos nacionales en toda la República,
autorizando a la vez, el uso de los remanentes de un impuestos similar creado
en 1906, para construir el Teatro Nacional de Santa Ana, que para 1916, ya
estaba terminado.
Se nombró por Decreto Ejecutivo de Junio 21 de 1916, la Junta Administradora
de los Fondos que le remitiría la Tesorería General de la República. Dicha
junta quedó integrada así: Presidente Don Miguel A. Meardi, Vocales: Sres.
Salvador Flores, Francisco Guerra, Baltasar Parada, Armando Franklin y Jesús
Melara, Secretario: Dr. José Ramón Flores y Pro—Secretario: Don Lisandro
Aparicio. Por acuerdo Ejecutivo Ramo de Gobernación de octubre 24 de 1922,
se organizó la junta en la forma siguiente: Presidente Dr. David Munguía
Payés, Vocales: Dr. Miguel Ángel Soriano, Mariano Flores, Amadeo Gómez,
Werner Aeschbacher, Elías Handal, Tesorero: Sr. Pedro C. Ruiz, Secretario:
Sr. Napoleón Osegueda y Pro—Secretario: Sr. Felipe Cicerón Castillo. Por
renuncia del Tesorero fue nombrado en 1923, el Sr. Ramón Enrique Muñoz. La
obra se inició sin ceremonias en 1918 y fue hasta en 1925 que tomó impulso la
construcción siguiendo planos y presupuestos elaborados puramente por el
Ministerio de Fomento y Obras Públicas.
La primera piedra fue colocada en Acto Público con la presencia de
autoridades y alumnos de las 2 Escuelas Urbanas, en febrero de 1925, por el
Gobernador Departamental Don Raúl Francisco Munguía, tal como lo
informaron, el Ministro del Ramo ante la Asamblea Legislativa en su memoria
anual de 1926. El doce de septiembre de 1954, se realizaron los festejos de la
inauguración del reloj público colocado en la torre del Palacio Municipal de esta
ciudad. Ese día como a las 11:00a.m., hizo su arribo a la ciudad el Señor
Ministro del Interior Teniente Coronel, José
María Lemus, acompañado del señor sub.—Secretario del mismo ramo, Dr.
José Alberto Díaz y de sus dignos colaboradores. Con tal selecta embajada,
venían al señor Cónsul de Cuba en nuestro país, el periodista cubano, Luís
Oliva de Armas; el Dr. Gil Ruiz, intelectual de Santo Domingo y varios
periodista de la capital.
También estuvo entre nosotros el Sr. Secretario de la Delegación de Colombia,
Dr. Camacho. Toda esta comitiva venía rebosante de alegría, quizá al recibir
las salutíferas brisas marinas que envuelven a la tierra promisoria. Dio principio
al acto de inauguración, con el discurso protocolario pronunciado a nombre de
la Municipalidad, por el Prof. Juan Ramón Joyel, quien hizo una ligera reseña
de la labor realizada por el Supremo Gobierno presidido por el Teniente
Coronel Don Oscar Osorio, por medio de sus dignos colaboradores en los
distintos ramos de la Administración Pública; haciendo también resaltar el Prof.
Joyel la obra que en su administración ha realizado el Alcalde Don Eugenio
Denys.
A continuación el Señor Gobernador Departamental, Dr. José de la Paz
Gavidia, hizo la presentación al pueblo usuluteco, de nuestro digno huésped,
Señor Ministro del Interior, Teniente Coronel José María Lemus, quien
agradeciendo las frases de simpatía de que era objeto y de las no menos
encomiables para el Señor Presidente de la República Coronel Oscar Osorio,
se dirigió a toda la masa usuluteca allí reunida, que era numerosa, para dar
cuenta de la labor desarrollada por el gobierno, por medio de sus dignos
colaboradores. Inaugurado que fue por el Señor Ministro Teniente Coronel
Lemus. El reloj fue bendecido por el Presbítero Dr. Juan Gilberto Claros.
Cerrando con broche de oro este acontecimiento trascendental, que abre una
página más por el progreso alcanzado por nuestro pueblo, el Señor Ministro, su
Comitiva, la Municipalidad e invitados se dirigieron a los amplios salones del
Casino Usuluteco, en donde en alegre camaradería se brindó con una copa de
champaña y finos licores.Es así como nuestro Usulután con la colaboración de sus connotados ciudadanos, ostentan con verdadero y merecido orgullo su majestuoso Palacio Municipal, por ser el único en su género a nivel nacional, sus amplios salones, corredores, vestíbulos que dan albergue a infinidad de reuniones sociales que son el reflejo de un pueblo pensante, luchador que ama la paz y camina hacia el desarrollo.